El desafío de la esterilización de las piezas de mano en la práctica odontológica
Las formas de difusión y control de las enfermedades siempre han sido un reto para la ciencia y la medicina. Existen las infecciones microorganismos causales y proliferan en el medio ambiente mucho antes del advenimiento del hombre. En el ejercicio de la profesión dental, una serie de microorganismos infecciosos se puede transmitir a los pacientes y profesionales.
En los procedimientos clínicos en odontología, el uso de instrumentos ultrasónicos rotativos y favorece la aparición de la formación de salpicaduras y aerosol.
De todos los elementos utilizados en la práctica odontológica, quizás uno que presenta la mayor dificultad para ser reprocesado correctamente es la pieza de mano de alta velocidad, no se puede desmontar para su limpieza y esterilización.
Dos factores favorecen la adhesión de microorganismos en las partes internas de la pluma. Al tener un diseño complejo y de Pieza de Mano de Alta Velocidad de rotación, la sangre, la saliva y los residuos de tejido dental y restauraciones pueden entrar en su motor. Contaminada por microorganismos, éstos pueden ser retenidos y ser transferidos a pacientes posteriores. El otro factor relevante es la posibilidad de retracción de los fluidos contaminados cuando se ponga fin al giro.
Con la evolución tecnológica de los equipos dentales, paradójicamente, se produjo un aumento en el riesgo de contaminación cruzada. La introducción de plumas con motor mecánico en la década de 1920 para reemplazar el pedal accionado por el aumento de la generación de aerosoles y, como resultado, en 1931, se comprobó que la incidencia de infecciones transmitidas por vía aérea superior fue mayor en la práctica dental. Los corrales con altas revoluciones del motor, introducido en la década de 1950, aumentó aún más la aerosolización.
No había recomendación desinfección de las piezas de mano, ya que no hay resistencia de los mismos para calentar proceso de esterilización, sin embargo, este procedimiento no garantiza la seguridad del artículo para su uso en el paciente, ya que sólo había esterilización en el exterior de los mismos.
La literatura en general, donde las direcciones para el reprocesamiento de los materiales utilizados en los aspectos de la cavidad oral, tiene extremo rigor, es decir, la esterilización. Esto se justifica por la particularidad de la clínica dental donde es difícil asegurar que un artículo semi-crítico o incluso sin crítica no se convierta en crítico durante el procedimiento.
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